En 1977 obtuvo la Presidencia tras derrotar por estrecho margen al anterior presidente y candidato republicano, Gerald Ford, gracias en parte al descrédito en que habían caído los republicanos por los tropiezos de Nixon y su precipitada retirada a causa del caso Watergate.
Durante su mandato, Carter dio un giro radical a la política exterior de Estados Unidos: la defensa de la democracia y de los derechos humanos a escala internacional contribuyó, por ejemplo, a la caída del dictador Somoza en Nicaragua; reivindicó por primera vez los derechos del pueblo palestino ante las autoridades israelíes; y consiguió que Egipto e Israel firmaran una paz duradera (Camp David, 1979).
Pero la opinión pública americana desautorizó dicha política por considerarla un exceso de debilidad, especialmente visible ante la revolución islámica de Jomeini y el secuestro de los funcionarios de la embajada americana en Irán, que enturbió los últimos meses de su mandato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario